La hipermetropía es uno de los defectos de refracción más comunes en el mundo. Sólo en España, se estima que un 10% de la población es hipermétrope. Por suerte, es muy fácil de corregir con gafas o lentillas. Sigue leyendo para saberlo todo sobre las causas, síntomas y tratamientos de esta afección que afecta a la visión cercana.
La hipermetropía es un defecto refractivo que hace que no enfoquemos correctamente los objetos cercanos, mientras que vemos con total claridad los objetos lejanos. Al igual que otros problemas de refracción como la miopía o el astigmatismo, surge debido a un defecto de forma en el ojo (la presbicia o vista cansada, al contrario, aparece con la edad y por la falta de elasticidad del cristalino).
En un ojo hipermétrope, el globo ocular es más corto o la córnea es demasiado plana, haciendo que los rayos de luz se proyecten por detrás de la retina en lugar de en ella. Esto hace que no veamos con claridad los objetos distantes.
Si sufres alguno de estos síntomas es posible que tengas hipermetropía, así que acude lo antes posible a tu óptica u oftalmólogo:
Prácticamente todos los recién nacidos tienen hipermetropía, pero en la mayoría de los casos se corrige con el tiempo. Sin emgargo, debe detectarse lo antes posible y hacer un seguimiento, ya que de lo contrario puede desarrollarse ojo vago o estrabismo.
Por suerte la hipermetropía es un problema visual de fácil corrección:
Las lentes de contacto son la forma más práctica y cómoda para corregir la hipermetropía. La mayoría de marcas de lentillas tienen modelos para la hipermetropía, para todo tipo de graduaciones y en cualquier patrón de reemplazo: diarias, quincenales o mensuales. Puedes hacer un pedido online simplemente escogiendo tu producto, introduciendo tus dioptrías y el pedido