Todos los años se celebra en marzo Semana Mundial del Glaucoma, promovida por diversas organizaciones internacionales de salud ocular, universidades, establecimientos ópticos y pacientes. A los largo de esos 7 días se presta especial atención esta afección ocular a través de actividades formativas y de concienciación a nivel global, especialmente a su diagnóstico, tratamiento y prevención.
Según la Asociación Mundial del Glaucoma (WGA), hasta un 50% de las personas que padecen esta enfermedad aún no lo saben. Por eso es tan importante revisarte la vista con frecuencia y de forma proactiva, al menos una vez cada 2 años. Un diagnóstico temprano es esencial para prevenir males mayores. ¿Y sabes lo que no deberías hacer? Dejarte llevar por la desinformación sobre esta enfermedad, y te aseguramos que hay mucha en internet.
Por eso, en esta Semana Mundial del Glaucoma queremos desmontar 5 mitos comunes sobre el glaucoma y la verdad detrás de ellos. Para que tengas la información más completa para cuidar de tu vista.
¡Si llaman al glaucoma "el ladrón silencioso de la vista" es por algo! La mayoría de personas no percibe los síntomas hasta que es demasiado tarde. El glaucoma empieza dañando la visión periférica, por eso es tan difícil detectarlo al principio. Las revisiones oftalmológicas son esenciales para diagnosticarlo a tiempo y prevenir daños mayores.
Es cierto que los antecedentes familiares suponen un factor de riesgo, pero el glaucoma puede surgir por otras causas. Recuerda que siempre tuvo que haber un primer caso en la familia. Además, en muchas ocasiones simplemente no somos conscientes de que algún pariente padece glaucoma, ¡a veces ni siquiera ellos mismos lo saben! Lo repetimos: las revisiones de vista son vitales, para ti y tus familiares.
Aunque el glaucoma se da con más frecuencia en personas mayores de 60 años, puede aparecer a cualquier edad, incluso en bebés. Los especialistas recomiendan revisar la vista de los niños de forma frecuente durante sus primeros años de vida. En adultos se recomienda una revisión cada 2 años, y más frecuentes en grupos de riesgo.
El glaucoma suele darse en ambos ojos, pero empieza a afectar a uno primero, haciéndolo especialmente difícil de detectar. Si se diagnostica en ese punto temprano y comienza el tratamiento de inmediato, los síntomas se pueden controlar y se evita la pérdida de visión.
Cuando empiezas a darte cuenta de que pierdes visión, ya es demasiado tarde. Los efectos del glaucoma son irreversibles, por eso no nos cansamos de decir que hay que revisarse la vista al menos una vez cada 2 años y, por supuesto, acudir a un especialista si notas algo raro. Aunque no son reversibles, los síntomas del glaucoma si se pueden tratar y controlar con gotas oftálmicas, medicación o cirugía láser, evitando mayores pérdidas.