Los secretos para un estilo de vida saludable son dos y no son tan secretos: hacer ejercicio de forma habitual y llevar una dieta equilibrada. Una buena alimentación no sólo es beneficiosa para el bienestar general, también tiene un papel fundamental en nuestra salud ocular y nos ayuda a prevenir ciertas enfermedades de la vista.
Si quieres disfrutar de unos ojos sanos, además de usar lentillas y lágrimas artificiales, asegúrate de incluir en tu dieta alimentos ricos en vitaminas para la vista. Sigue leyendo para descubrir estos 8 esenciales.
No podía ser de otra manera: encabeza esta lista la piedra angular de la dieta mediterránea. Ya sabemos que el aceite de oliva virgen reduce el riesgo de problemas cardiovasculares, pero también es fantástico para los ojos. Gracias a sus ácidos Omega-3 y Omega-6, así como a la vitamina E, el aceite de oliva también ayuda a prevenir el ojo seco y la degeneración macular asociada a la edad. Es decir, un chorro = un chollo.
Sí, tal y como te contaron, la zanahoria es buena para la vista. Pero sus propiedades no vienen de que la zanahoria sea especial, sino de su alto contenido en carotenoides, presentes también en verduras de color naranja, amarillo o rojo, como el betacaroteno. Estos compuestos luego se transforman en vitamina A, que es muy beneficiosa para el ojo y la retina (por algo se le llama también retinol): mejora la agudeza visual y la visión nocturna, y ayuda a prevenir el síndrome del ojo seco y la degeneración macular.
El salmón es especialmente bueno para la vista por los ácidos grasos Omega-3 que contiene. Estos ácidos son tan esenciales que nos ayudan a prevenir problemas oculares como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) o la retinopatía, haciendo que sea un alimento de lo más sano y completo. Puedes encontrar ácidos Omega-3 en el pescado azul, como la trucha, caballa, las anchoas o los mejillones.
Todos los cítricos tienen un alto contenido en vitamina C, o ácido ascórbico, que tiene potentes propiedades antioxidantes. Además, se encarga de producir el colágeno de los ojos y de mantener en forma los músculos del globo ocular y sus vasos sanguíneos. Así, un kiwi ayuda a que disfrutes de unos ojos frescos y sanos, y previene la aparición de enfermedades oculares como las cataratas y la degeneración macular.
Las avellanas, los cacahuetes o las nueces no sólo son fuente de vitamina B, E y ácidos Omega-3, sino que también incluyen selenio y zinc, unos minerales antioxidantes que protegen las células del ojo. Así, ya sea en forma de aperitivo o como parte de una ensalada, los frutos secos te ayudan a reducir el riesgo de cataratas y previenen problemas relacionados con la mácula, una zona del centro de la retina responsable de distinguir los detalles.
Las espinacas, así como todos los vegetales de hoja verde, como la col rizada, las acelgas o el apio, proporcionan luteína y zeaxantina, unos antioxidantes que además forman parte de la retina y el cristalino. Además, las espinacas son ricas en vitamina A, colaborando así también a prevenir la sequedad ocular y reforzando los ojos frente al efecto de los rayos del sol.
Las frutas del bosque, además de estar deliciosas, son alimentos de lo más saludables, ya que contienen flavonoides. ¿Y qué son los flavonoides? Unos pigmentos naturales que combaten los radicales libres, moléculas que causan el evejecimiento de las células oculares. Así, cada vez que comas arándanos, frambuesas, moras o fresas estarás contribuyendo a reparar la retina y a reforzar tu salud visual.
Cerramos la lista con otro básico de nuestro día a día, la leche. Y lo es por un buen motivo, ya que es rica en vitamina A. Esta vitamina, además de todos los beneficios ya mencionados, ayuda a reforzar la conjuntiva, la membrana que cubre el interior del párpado y el globo ocular, y además combate la fotofobia o intolerancia a la luz. Así que ya sabes, no hay nada como empezar el día con un buen vaso de leche (u otros derivados lácteos como el yogur, si lo prefieres).
Como ves, tan importante es comer con los ojos como comer para los ojos. Estos son sólo algunos ejemplos de alimentos buenos para la vista, pero si quieres disfrutar de una buena salud visual, recuerda acudir al menos cada dos años a tu óptica u oftalmólogo para graduarte la vista, hacerte una revisión completa y detectar posibles enfermedades.
