Seguro que alguna vez has vivido una situación parecida: ya sea por que te ha surgido un plan inesperado o porque se te olvidó comprar otro bote, de repente te encuentras con que no te queda solución, y te preguntas cómo guardar las lentillas sin líquido. Y lo primero que te viene a la cabeza: ponerlas en agua.
¡Error! Guardar las lentillas en agua es algo que debes evitar siempre, incluso una noche de emergencia. Las lentes de contacto y el agua nunca se deberían mezclar, y esto incluye a todas las variedades: agua del grifo, agua destilada, agua mineral embotellada e incluso suero fisiológico.
Es cierto que se trata de una opción fácil y tentadora de guardar lentillas sin líquido, pero dejarlas en agua no es una buena idea. ¿Por qué? Porque el agua, en primer lugar, no es un desinfectante efectivo. Es decir, por mucho que guardes las lentes de contacto en ella, no las limpiará correctamente y no eliminará las proteínas acumuladas a lo largo del día. Esta función sólo puede realizarla el líquido de lentes de contacto.
Aparte, cuando pasa cierto periodo de tiempo, el agua puede contaminarse de bacterias y hongos muy nocivos para los ojos. Por eso, por mucho que puedas beber el agua que sale del grifo de tu casa con toda tranquilidad, afecta de manera distinta a tu estómago que a tus ojos.
Poner unas lentes de contacto que se han guardado en agua en una superficie tan sensible como es el ojo humano puede provocar que estos organismos dañinos se transmitan, se multipliquen rápidamente y se transformen en una infección que al final será dolorosa y requerirá de un tratamiento médico específico. En los peores casos, esas infecciones pueden incluso provocar daños permanentes, como pérdida de visión o ceguera.
Las botellas de agua mineral, ya sea a través de sus anuncios o de sus etiquetas, suelen presumir de lo puras que son. Sin embargo, esta pureza tampoco es válida para dejar las lentillas. Al igual que la del grifo, este agua puede contener microorganismos peligrosos que reaccionarían de diferente manera con el ojo, poniéndolo en peligro.
Pero, además, dado que la textura de este agua es completamente diferente a las lágrimas de los ojos, puede que deforme tus lentes de contacto, haciéndolas incómodas de usar o causando incomodidad, visión borrosa y dolor de cabeza.
Lo mismo ocurre con el agua destilada. Aunque la destilada se asemeja algo más a las lágrimas, sigue corriendo el riesgo de contener organismos nocivos para tus ojos y, por supuesto, no desinfectaría en absoluto tus lentes de contacto. Es decir, al volvértelas a poner correrías el mismo riesgo de sentir escozor y contraer una infección.
Una solución de mantenimiento, el líquido de lentillas que conocemos todos, es el único líquido en el que se deberían guardar las lentillas. Los distintos tipos de líquidos para lentillas están diseñados para desinfectar las lentes de contacto, esterilizarlas y mantenerlas en su forma correcta y adecuadamente hidratadas, para que así puedas seguir usándolas sin miedo a infecciones u otros problemas derivados.
Así que el resumen es que no, no se pueden conservar las lentillas sin líquido. Puede parecer frustrante, pero piensa que en realidad estamos hablando del cuidado de tus ojos y tu vista, algo fundamental en la vida. Por lo tanto, lo mejor es la prevención. Para no tener que verte en la tentación de dejar las lentillas en agua una noche, te recomendamos:
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