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6 situaciones incómodas con lentillas

jueves, 7 de enero de 2021 de Vision Direct

6 situaciones incómodas con lentillas

En lo que a nosotros respecta, no tenemos ninguna duda de que las lentes de contacto son el mejor invento de la humanidad. Qué vamos a decir. Pero es verdad que existen ciertas ocasiones en las que llevar lentillas puede resultar algo engorroso. Sigue leyendo para ver 6 de estas situaciones, ¿te suena alguna?

Al cortar guindillas

Cuchillo cortando guindillas

Seguro que te ha pasado: estás preparando la comida y para darle un poco de vidilla a un plato decides añadir una guindilla, un pimiento picante o algo parecido. Después, te frotas el ojo sin darte cuenta y notas de repente un ardor indescriptible. ¡Ups! Te has olvidado de lavarte las manos justo después de cortar la guindilla.

Si llevas lentillas, es muy importante limpiarse bien las manos después de cocinar. Usa agua y jabón abundante para eliminar por completo los restos de picante que puedan haberse quedado en los dedos y, ojo, recuerda también aclararlas del todo, no vayamos a cambiar el picante por el jabón y el asunto no mejore. Finalmente, asegúrate de secarlas bien con una toalla que no deje restos antes de manipular las lentillas.

¿No tienes jabón a mano? Entonces nuestras láminas de jabón te vendrán de perlas. Estas hojas de jabón portátiles son muy sencillas de usar: saca una lámina de la caja, ponla en la palma de tu mano, añade agua y empieza a frotar. La hoja se disolverá y generará espuma para que te laves las manos con total normalidad.

Cuando te pones las lentillas al revés

En uno de esos días en los que es demasiado pronto para ser persona, te despiertas aturdido y descubres que tienes que prepararte a toda prisa. Vas al baño a ponerte las lentillas y, sin darte cuenta, te las pones al revés.

Al principio no notas nada raro, pero al rato se vuelven tan incómodas y ves tan borroso que tienes que entrecerrar los ojos todo el rato. Y es entonces cuando reparas en que es posible que las estés llevando puestas del revés. ¡Pero no te preocupes! Aquí tienes varios consejos para asegurarte de que nunca te pongas las lentillas al revés.

Cuando te vas a dormir con las lentillas puestas

Mujer en la cama tapándose la cara con la sábana

Ha sido un día duro, pero por fin ha llegado la hora de irte a la cama. Te tumbas y notas cómo poco a poco vas estando en brazos de morfeo hasta que caes en la cuenta: ¡todavía tienes las lentillas puestas! Por mucho que te fastidie, no te queda otra que volver a salir de la cama, quitarte las lentillas y ponerlas a remojo en líquido de lentillas (aunque si usas lentillas diarias no tienes ese problema). Sí, tener que salir del edredón es un engorro, pero más engorro es despertarte con los ojos secos e irritados.

Dormir con lentillas está altamente desaconsejado, pero si es algo que te ocurre con frecuencia o tienes una rutina que lo requiera, existen las lentillas de uso prolongado, que pueden llevarse puestas hasta un mes de forma ininterrumpida, día y noche. Pero cuidado, este tipo de uso no sirve para todos los usuarios y sólo puede adoptarse si un especialista te lo recomienda. Consulta en tu óptica si crees que es algo que podrías necesitar.

Cuando se te rompe la última lentilla

Usas lentillas mensuales y tras 30 días te toca cambiarlas: ¡es hora de estrenar un nuevo par! Te pones la primera lentillas sin problema, pero al abrir el blíster de la del otro ojo, descubres que la lentilla está rota. Es la última que te queda y no tienes más por casa. ¡Horror! ¿Qué haces?

No te preocupes, no vas a tener que llevar gafas durante un mes. En Vision Direct puedes pedir lentillas baratas de forma muy rápida: si haces tu pedido antes de las 19:00, lo recibirás al día siguiente, ¡en 24 horas o menos!

Cuando abres el blíster con demasiado entusiasmo

Es un día como otro cualquiera. Te has duchado, has desayunado y estás listo para trabajar, sólo te falta ponerte las lentillas. Coges un blíster, tiras de la solapa con mucha fuerza y… ¡ups! El líquido te salpica la ropa. Nada grave, claro, pero tiene una solución muy sencilla para el futuro: además de retirar la cubierta con más cuidado, gira el envase y haz que “apunte” a un lateral. De esta forma, si salpica al menos no será sobre tu ropa.

Cuando te frotas el ojo y se te sale la lentilla

Siempre ocurre en el peor momento: estás en una videollamada importante y, justo cuando estás hablando, te frotas el ojo un segundo y la lente de contacto se sale del ojo. Por suerte, lo de que la lentilla se salga no suele ocurrir muy a menudo, pero todos hemos vivido algo parecido.

Las probabilidades de que esto ocurra son más altas si las lentillas están secas y las has llevado puestas muchas horas. Las lágrimas artificiales son la solución ideal: échate un par de gotas (por ejemplo, de lágrimas artificiales everclear) y notarás tanto tus lentillas como tus ojos rehidratándose al instante, para que vuelvas a experimentar la máxima comodidad.

Lentillas: Más ventajas que desventajas

A pesar de que todas estas situaciones pueden ser algo incómodas, la verdad es que las lentes de contacto tienen más ventajas que desventajas. Ya uses lentillas para hacer deporte, para salir a la calle o para trabajar, asegúrate siempre de tener suficientes. En nuestra página web puedes encontrar lentillas diarias, lentillas quincenales o lentillas mensuales de las mejores marcas a unos precios imbatibles. Además, si tu pedido es mayor de 69€, los gastos de envío son totalmente gratis. Echa un vistazo a nuestra página de codigos de descuento de Vision Direct para ver nuestras promociones activas.

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