Hay momentos embarazosos que las personas con gafas tenemos en nuestro día a día. ¿Quién no se vuelve loco cuando entra en un sitio caliente y se le empañan las gafas? ¿Quién no está continuamente empujándose las gafas para arriba porque se resbalan por la nariz? ¿Y qué me decís de cuando queremos ver una película acostados, pero se nos clavan hasta en el alma?
Como sabemos que estas y otras situaciones nos pasan a todos los que usamos gafas, te las hemos resumido en este artículo:
Te sientes ridículo cuando limpias tus gafas con las manos, pero si no lo haces no ves ni torta. Como agradeceríamos unos parabrisas en las gafas, ¿eh?
Es la situación más común que nos pasa a los que llevamos gafas. Ocurre cuando entras en clase o a un bar y de repente no ves nada porque parece que la niebla ha invadido todo tu ser.
Esto si que es una faena… Si haces boxeo, rugby o Tai-chi es bastante incompatible hacerlo con gafas porque pueden acabar así; pero incluso cuando estás haciendo yoga o pilates y sudas las gafas se te resbalan hasta los pies, creando situaciones muy graciosas.
Cuando vas al cine a ver películas 3D, tienes que ponerte las gafas de 3D por encima de las gafas normales, por eso te recomendamos que uses nuestras lentillas, que además son baratas.
Y ya si tienes el móvil en la mano y lo estás buscando es para darte un aplauso. Pero nos ha pasado a todos. ¿Cómo van a estar en la cabeza y tú sin saberlo? Amigos, esto pasa.
Misma situación ocurre cuando estás cocinando y abres el horno. Magníficas leyes de la física que nos dejan sin visión por usar gafas.
Bueno, a lo mejor un perro no, pero un amigo sí. ¡Benditos amigos! ¿Qué haríamos sin ellos si al salir de la piscina no puedes encontrar tu toalla? Anda que no te habrás acercado al grupo equivocado en la playa por que no veías ni torta.
Está conectado y quien diga lo contrario miente. Cuando no tienes las gafas puestas no puedes oír nada, tu sentido auditivo se minimiza y necesitas ver para oír.
Como agradecemos el invento de las lentillas en verano. ¡Qué haríamos sin ellas! No os ha pasado que, al caminar por la calle con gafas, sale el sol y tienes que decidir entre deslumbrarte o ponerte las gafas de sol por encima de las de ver…Nosotros ya hemos visto eso.
Cuando te dicen que alguien atractivo está pasando por la calle y que no seas descarado, pero tienes las gafas en la mesa. Intentas disimular, pero acabas teniendo el mayor descaro del mundo poniéndote las gafas. No nos podríamos llevar ningún premio al mejor disimulo, necesitamos ver y necesitamos gafas. ¡Es un hecho!