Estás en el baño para quitarte las lentillas y no tienes una papelera a mano. ¿Qué haces? A todos se nos ha pasado alguna vez por la cabeza la fuerte tentación de tirarlo al inodoro o al lavabo. ¿Parece la solución más fácil y rápida, verdad? Sin embargo, ese simple acto puede tener un coste muy elevado para el planeta. Descubre por qué y qué hacer en estas situaciones para deshacerte de las lentillas correctamente.
¿Tienes idea de cuántas personas utilizan lentillas? Según un estudio reciente, más de 2,5 millones de personas en España y 140 millones en el mundo. ¿Qué pasaría si cada uno de ellos las tirara por el fregadero o el váter cada vez que las usara? El impacto medioambiental sería desastroso.
De que las lentillas son un invento extraordinario no cabe duda. Una herramienta revolucionaria para quienes tienen problemas de visión. Para los usuarios habituales, ponérselas y quitárselas es un gesto muy sencillo, que forma parte de la vida cotidiana. Pero… ¿Acaso nuestra salud visual debería mermar la salud del planeta? Tirar tus lentillas correctamente debe ser un paso más de tu rutina de cuidado visual.
En primer lugar, empecemos por aclarar la composición de las lentes de contacto. Actualmente, las lentillas se clasifican en función de los diferentes materiales que las componen. Existen tres tipos principales: lentes rígidas, lentes RGP (o rígidas permeables al gas) y lentes de contacto blandas. Estas últimas son las más utilizadas y están hechas de hidrogel o con hidrogel de silicona (las más avanzadas), unas sustancias de polímero plástico blandas, flexibles y sobre todo muy transpirables y permeables. El hidrogel absorbe el agua con mucha facilidad, por lo que es muy difícil separar las lentillas de este material de los líquidos de los desagües cuando se filtran en las depuradoras.
Una vez que se van por el desagüe, las lentillas acaban en las alcantarillas y llegan a las plantas de tratamiento de aguas residuales. Aquí pasan a través de filtros que separan los desechos sólidos y descartan los elementos no biológicos del flujo de agua. La mayoría de las lentes de contacto son demasiado pequeñas y flexibles para ser aisladas en este proceso, por lo que continúan su viaje en el agua, listas para ser tratadas. El tratamiento implica la presencia de bacterias que destruyen los residuos biológicos y que, por desgracia, no son capaces de disolver completamente las lentes de contacto, sino que las reducen en fragmentos, provocando la formación de microplásticos. Como resultado, estas partículas acaban en el mar y pueden ser ingeridas y acabar en los estómagos de peces y otros animales marinos. Las lentillas más gruesas, como las mensuales, son incluso capaces de llegar intactas al mar y depositarse en el fondo marino junto con otros plásticos contaminantes, alterando el ya precario equilibrio de nuestro ecosistema y el sistema digestivo de la fauna marina.
Se habla mucho de las botellas de plástico, las pajitas o los bastoncillos de algodón. Pero desde hace unos años se ha comprobado que las lentillas también contribuyen a la contaminación por partículas de plástico. Su tamaño puede parecer insignificante comparado con la inmensidad de nuestros mares y océanos, pero el número de lentillas que se tiran cada día es realmente significativo, y por tanto, debe considerarse un residuo en todos los sentidos. Se calcula que entre el 15% y el 20% de los usuarios de lentes de contacto tienen la mala costumbre de tirarlas por el fregadero o el inodoro. Haz cálculos, el 20% de 140 millones usuarios de lentillas, significa unas 28 millones de personas deshaciéndose de sus lentillas de forma incorrecta.
Las lentes de contacto han recorrido un largo camino desde su invención en el siglo XIX. La innovación en lentillas está en constante evolución y siempre busca nuevos materiales para la producción de lentes más sostenibles. Además, las encuestas muestran que la mayoría de los usuarios de lentes de contacto estarían encantados de reciclarlas, pero muchos no saben cómo hacerlo. A pesar de los esfuerzos de los últimos años, todavía no existen lentillas biodegradables. Esto significa que la responsabilidad recae en los usuarios, que deben de comprometerse a reciclarlas correctamente. Entonces, ¿dónde debes tirar tus lentes de contacto? En Vision Direct nos tomamos muy en serio la salud del medio ambiente y, en la medida de lo posible, siempre intentamos ofrecerte toda la información que necesitas para reciclar correctamente tus lentillas. Nunca dejaremos de repetirlo: reciclar es importante, y desechar las lentes de contacto de la forma correcta puede marcar la diferencia. El progreso del ser humano no puede ser la consecuencia de la destrucción del planeta.
No importa si usas lentillas mensuales, quincenales o diarias. Tirar las lentillas por el fregadero o el váter es un error. Aquí tienes algunos consejos que pueden resultar útiles.
Reciclar las lentes de contacto es importante y, como verás, sólo hacen falta unos sencillos pasos para respetar el medio ambiente. A la hora de reciclar los residuos generados por el cuidado visual, no debes tener solo en cuenta las lentillas, sino todos los productos que utilizas en tu rutina del cuidado de la vista:
Recuerda que estas son sólo directrices generales. Cada ciudad o municipio puede tener normas diferentes para la separación de residuos, por lo que siempre es mejor consultar la zona en la que vives y la regulación correspondiente.
¿Todavía tienes dudas sobre dónde tirar tus lentillas? Aquí tienes un resumen para ayudarte a que tus productos de salud visual sean correctamente reciclados y salvaguardar nuestro planeta y la vida acuática.